martes, 28 de mayo de 2013

DIARIOPUBLICABLE.COM.AR - ENTREVISTA AL VICEPRESIDENTE DE TEMPERLEY - 28/5/13

Un equipo de película

Alberto Lecchi es vicepresidente 1° de Temperley y director de cine. Detrás de un club de la Primera B se encuentra un autor versátil que supo abarcar uno de los temas más complicados de la sociedad: la violencia de género.

    
Lecchi, entre otras obras, dirigió Mujeres Asesinas y Epitafios. "Todavía hay una deuda que es mostrar la psicología, no del maltratador sino de la maltratada", dice.

Quien dijo que el cine y el fútbol no tienen nada que ver se equivocó.

¿Qué cosas cambiaron en el club y cómo ves a la institución después de haber asumido hace un año?
-Cambio todo absolutamente. El club estaba abandonado, casi sin actividades y en un estado económico y edilicio catastrófico. Limpiamos, arreglamos y pintamos. En 9 meses hicimos la remodelación del frente, celemanía, refaccionamos toda la secretaría y presidencia, se hizo la sala de prensa, se amuebló la concentración, se cambio la platea entera, se hicieron los vestuarios de fútbol profesional y se acondicionó la cancha amateur. Se saneó la economía del club entero. Cuando asumimos se debían 4 meses y aguinaldo a todos los empleados y había 36 juicios en contra. Hoy levantamos 25 de esos juicios y saldamos todas las deudas. Calculamos que a partir de junio el club estará totalmente equilibrado económicamente.

¿En qué punto el cine y el fútbol se conectan? ¿Cómo es trabajar en dos rangos totalmente diferentes?
-Se conectan en la pasión y se conectan en la fantasía. Yo creo en Los Reyes Magos, si no, sería imposible hacer cine en este país o creer que Temperley puede ser un club modelo. Vivo del cine desde los 23 años sin estabilidad económica y con variantes emocionales y sigo y lo logro, y también sé que vamos a lograr poner al club en el lugar que se merece. En el trabajo también hay mucho en común. En una película manejo a 50 técnicos y actores, en el club a 50 socios que están colaborando. Se necesita gestión y psicología para hacerlo. En una película para que crean que la que estás haciendo será la mejor, y en un club para que la gente que trabaja sin cobrar un peso deba hacerlo con exactitud para que funcione.

Si tuvieras que dirigir la película de Temperley, ¿cuál sería el argumento y qué nombre le pondrías?
-No haría nunca una película sobre Temperley porque me la pasaría llorando todo el tiempo. De emoción y de angustia. Es el único equipo de Capital y Gran Buenos Aires que estuvo clausurado, otros con deudas infinitamente superiores por decisiones políticas siguieron en actividad. Levantarse de eso y llegar a donde hoy estamos gracias a cinco familias que pusieron sus casas como avales ante la justicia es un punto de partida para una peli. Eso me gusta, todo lo que se hizo en el club lo hizo su gente. Nunca tuvimos padrinos políticos como los otros clubes de la zona y hoy creo que somos superiores y con un techo al que falta mucho llegar. El título: Lo mejor “del Celeste” es su gente.

La violencia de género es un tema difícil de abarcar y tanto Mujeres asesinas como Maltratadas reflejaban la parte más cruda de la realidad. ¿Cómo surgió la idea y cómo trataron con el argumento?
-Siempre fui de la idea de tratar de no dar golpes bajos ni mostrar más de lo que era necesario. Muchas veces la realidad supera la ficción pero uno debe saber que no por eso hay que mostrar todo gráficamente, y creo que todavía hay una deuda que es mostrar la psicología, no del maltratador sino de la maltratada. ¿Por qué se quedan? ¿Por qué no buscan ayuda? Porque la educación hizo posible que la maltratada tenga tanta o más culpa que el maltratador.

Epitafios y Mujeres Asesinas fueron dos de las series más exitosas de la televisión. ¿Cuál fue la clave del éxito?
-El éxito depende de infinitos factores y no sólo de la calidad de los programas. Aunque debe ser muy difícil que un programa sin calidad tenga éxito. El momento en que se estrenan, situaciones que hacen que el tema esté en vigencia, el título de la obra, los actores, etcétera. pueden ser factores de éxito. Pero son elucubraciones. Si supiéramos como se hace un éxito nunca haríamos un fracaso.

¿Esa fantasía que nombrás es parte de la simulación de los jugadores dentro del área? ¿Es parte de la ficción que construís?
-Ni ahí. Lo detesto. Cuando veo a los europeos que se caen y se levantan no puedo creer a los nuestros. La ficción que construyo tiene que ver con la fuerza para superarse e ir hacia adelante.

Entonces, ¿cuál es la clave para sacar a Temperley adelante?

-No robar. No transar. Tener una idea de que el club es como tu casa. O como una empresa. No se puede gastar más de lo que entra. El fútbol es determinante, ganás tres partidos seguidos y sube la recaudación y el hincha viene más y colabora más. Nuestra idea es no depender de eso. Si el club tiene 10.000 socios no dependerá de que la pelota entre o no y entonces el club saldrá adelante. Asumimos con miedo pensando que estábamos locos y que sería imposible. A diez meses sabemos que con la cantidad de simpatizantes que tiene Temperley es posible.

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