TEMPERLEY Y UN TRIUNFO QUE LE COSTO DEMASIADO
Nueva victoria de Témperley como local en esta etapa de
Aníbal Biggeri como entrenador, pero fue un éxito que lo obligó a demasiados
esfuerzos, para superar a un animoso Villa Dálmine, que se quedó con dos
hombres menos y en esa situación, pudo haber desequilibrado el resultado en su
favor, pero finalmente pesó la superioridad numérica, y el “Gasolero” sumó tres
puntos que lo dejan cerca de la puja por el cuadrangular por el segundo
ascenso, cuando restan cuatro fechas, aunque su nivel de juego se demostró
impreciso y sin ideas para aprovechar debidamente la superioridad numérica. En
un comienzo, apareció mejor plantado el visitante, conducido por “Dudi” Pérez,
el ex enganche de Talleres, que en algún momento, estuvo transitoriamente en
Témperley, secundado por Esteban González, y buscando al único atacante de
punta, Salvatierra, otro ex del “cele”, que complicaba con su movilidad. Arribó
un torpe penal de Miramontes a Gáspari, cuando éste pretendía aprovechar una
jugada estudiada en un tiro de esquina, y el “violeta” dominó las acciones,
ante un Témperley, que puso empuje, pero faltó quién clarificase y pautase los
movimientos.
En un tiro libre de Miramontes, y tras un remate de
Pansardi, del rebote en Cuesta, Campodónico recordó otros tiempos de ariete e
igualó el marcador. Casi enseguida, Nelson González, firme en el fondo
visitante, se pasó en la firmeza y vio la segunda amarilla, por una falta a
destiempo sobre Giannunzio, dejando a su equipo con diez hombres. Ambos
contendientes parecieron complicarse con la desventaja numérica: la visita,
porque se abroqueló defensivamente, retrocediendo Esteban González a jugar en
el medio junto a Falcón, y retrocedía Grecco a formar la línea de cuatro,
pasando Ferreyra al medio, y el local, porque continuó sin encontrar un gestor,
ya que Miramontes es más práctico cuando busca el desborde por afuera y por
izquierda, con la deficiencia que se encima con Quiñonez, que tuvo una buena
oportunidad, justo por cesión de Miramontes, rematando muy cruzado y desviado;
tampoco gravitó Pansardi en sus incursiones por el lateral derecho, y mientras
Campodónico se retrasaba para encontrar la pelota y aparecía en el área rival
en contadas ocasiones, López, por su lado, caía en permanente situación de
fuera de juego, malogrando varias intentonas. En el segundo tiempo, Giménez
reemplazó a Quiñonez, pero muy colocado contra la raya lateral izquierda, poco
gravitó en gran parte del período, y aunque Témperley al menos pretendió
ejercer el dominio, siguió centralizando en demasía y aprovechando poco la
subida de Pansardi, secundado por Ramos, en la parte derecha, mientras Villa
Dálmine se mantenía con los encuentros de E. González y “Dudi” Pérez, con
Salvatierra de solitario llanero, y el respaldo en el medio de Falcón y Renzo
Pérez. A los nueve minutos del complemente se produjo otra circunstancia que
trajo un nuevo argumento al partido. Una proyección de Ferreyra, culmina con
una salida defensiva de Manzanares, de manera recia, que termina con la
expulsión de Ferreyra, por informe del juez de línea a Germán Bermúidez, y la
salvación de Manzanares.
El predominio del “celeste” no encontraba concreción, y así
pasó un susto, cuando tras un centro desde la izquierda, pretendió rematar
Gáspari, y quién lo hizo fue Fernández, rebotando el balón en Gáspari y
salvándose el arco de Crivelli, de cuyo rebote, apareció Miramontes por
izquierda –posición que pasó a ocupar, mientras Giménez se volcó al medio-, y
López, con un cabezazo abajo, exigió una oportuna estirada de Cuesta para
enviar la pelota al córner. Y un poco más adelante, otra maniobra entre Giménez
y Miramontes, que González –había sustituído a Frejuk- dejó pasar hacia López,
que se filtró eludiendo a Cerrutti –reemplazante de Esteban González- y
Fernández, para vencer a Cuesta con un remate cruzado. Pudo haber aumentado el
local, si hubiese dominado la imprecisión, ya que fortaleció la recuperación
con la entrada de Fariña por Campodónico, aunque padeció al final, cuando un
mal pase de Ramos, generó un entrevero, que pudo despejar Aguirre, y del
contragolpe, Giannunzio, entrando en soledad por la derecha, fue derribado por
Grecco, sancionando Bermúdez el penal, que demoró en ejecutarse, pues el árbitro
expulsó al médico y al ayudante de campo Félix Benito, de la visita, y como
última jugada, Aguirre lo remató desviado por sobre el travesaño. Victoria de
Témperley, pero quedó en deuda con su juego, sin encontrar un conductor y con
infracciones innecesarias en defensa, que lo complicaron en demasía. Villa
Dálmine se mostró más ordenado, pero en inferioridad numérica, no tuvo la mente
fría para tranquilizar su juego- Para Témperley, además, las quintas tarjetas
amarillas de Aguirre y López, este último por sacarse la camiseta pata festejar
su gol, una verdadera tontería, y a apelar a cambios en la próxima instancia.
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