martes, 21 de mayo de 2013

DIARIO LA TERCERA - BALANCE DE FIN DE CAMPEONATO PARA TEMPERLEY - 17/5/13


Cuando el objetivo es uno y pasa a ser otro
Para algunos fue decepción. Para otros una mezcla de alegría y tristeza por considerarlo previsible. Y seguramente para los más sensatos y reflexivos fue un objetivo cumplido, que por un instante varió en exigencia y por ende no hay nada por recriminar.
Para analizar la actualidad deportiva de Temperley hay que ponerse de acuerdo en cuáles son los puntos de partida. Esto se refiere a desde qué período es reflexiva la cuestión. ¿Desde junio de 2012 y la presente temporada? ¿Desde el inicio de este semestre? ¿O desde este último mes? Cada uno hará su análisis. Sin embargo, lo más correcto es sentar las bases en el comienzo a mitad del año pasado.
El 4 Junio de 2012 fue la fecha en que la actual Comisión Directiva, presidida por Hernán Lewin (de la agrupación Unidos Por Temperley), se hizo cargo de la institución. Por cierto se encontraron en un club en “llamas”, por los malos manejos de antiguas dirigencias, fundamentalmente la antecesora, la de Mauro Morrone. Aquélla fue una mala conducción desde lo institucional-económico y también desde lo deportivo, pronunciado en lo futbolístico, claramente lo que sostiene a un club.
Desde la perspectiva institucional-económica los nuevos dirigentes lograron una innegable estabilidad, reflejada en el mantenimiento necesario del club y también en el ánimo societario, porque vieron un trabajo mancomunado y específicamente un rol social presente.
Desde lo deportivo, por supuesto alrededor del fútbol profesional, hace casi un año la situación era preocupante y se creó en el inconsciente colectivo de los Gasoleros la posibilidad de descender a aquel lugar que supieron desgraciadamente estar (cuestión ajeno a lo deportivo), que fue participar en la Primera C. Esto se llegó a cavilar cuando finalizó la temporada 2011/2012 debido a que el Celeste ya sabía que la presente temporada la iba a comenzar en zona de descenso. La llegada de Rodolfo Della Picca y los buenos resultados obtenidos hicieron que de a poco Temperley salga de esa alarmante situación. Por supuesto el ánimo paulatinamente (fecha a fecha) fue cambiando. No obstante y contradictoriamente fue rápido el cambio de mentalidad en el hincha que una vez cumplido el objetivo de salir de esa complicación, la meta pasó a ser el ingreso al Reducido para tener la posibilidad de ascender al Nacional B.
Como el fútbol es una vorágine constante y los proyectos futbolísticos dependen de los resultados, Della Picca se tuvo que ir. En su lugar llegó Aníbal Biggeri que a fuerza de victorias y tropiezos tuvo oportunidades de llegar a ese “segundo objetivo”. El martes pasado fue su última posibilidad y perdió con Chacarita. Desafortunadamente no se logró ese “nuevo pensamiento” pero el hincha tiene que sentirse orgulloso del plantel y también de los dirigentes, que volvieron a resurgir su institución.

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