El Celeste festejó otro triunfo en casa con un festival de
goles
Ayer por la noche, en el Alfredo Beranger, los dirigidos por
Aníbal Biggeri superaron por 4-3
a San Telmo y ratificaron que darán pelea al lograr su
quinto triunfo seguido en casa (quedaron a dos puntos de los puestos de
Reducido). El Celeste no pasó sobresaltos y fue un justo ganador. El martes lo
espera Los Andes.
“Ahora, ahora, ahora hay que ganarle a Lomas” se cantó al
unísono terminado el partido. Temperley dio muestras de buen fútbol y venció
por 4-3 a
San Telmo. Logró su quinto triunfo consecutivo como local y las expectativas
son inmensas. El martes visitará a su clásico rival.
Antes de los cinco minutos de juego, Temperley ya había
logrado ponerse en ventaja. Un fuerte cabezazo de Nahuel Pansardi tras un
centro de Cristian Quiñonez estampó el 1-0. Desde el vestuario comenzaba a
ganar el Gasolero y se presentía que iba a ser una noche repleta de goles.
Luego de la conquista, los locales siguieron insistiendo
ofensivamente, pero en un descuido los de la Isla Maciel
encontraron la igualdad. Federico Bonnassies empujó un centro de la derecha y
todo volvió a empezar.
El punto al Celeste no le servía, ya que lo alejada de los
puestos de Reducido entonces salió con todo y se llevó puesto a su rival. El
lateral derecho, Facundo Coyra, chocó con Nicolás Demaldé (salió lesionado y se
perderá el clásico) en el área y además de cobrar penal, Yamil Possi le mostró
la segunda amarilla y la posterior roja. Este fue un punto de inflexión en el
resultado. Gastón Aguirre se hizo cargo de la ejecución y no perdonó.
Sobre el final del primer tiempo encontró el tercer gol y un
poco más de calma. Luis López estuvo atento ante una falla de la defensa del
Candombero y con un puntinazo de zurda festejó su décimo grito en el
campeonato.
En el entretiempo la Comisión Directo
homenajeó y le entregó presentes a los campeones de la Primera C de la
temporada 1994/95. Aquel plantel fue el que se hizo cargo del club tras el
cierre y la pérdida de categoría.
La segunda parte continuó con la misma adrenalina que la
primera. A los cinco minutos, Juan Pablo Schefer tiró un centro con rosca al
área de Federico Crivelli y sin que la toque nadie, la pelota entró. El arquero
se desentendió con los defensores y San Telmo tan sólo se ponía a un gol de
diferencia.
Pero cuando las cosas peor marchan, al Gasolero le sale su
espíritu guerrero y solamente 60 segundos más tarde volvió a dejar el marcador
con dos goles a su favor. Quiñonez desbordó por izquierda y Mariano Campodónico
empujó la pelota para el 4-2.
Este fue un golpe casi de nocaut para los dirigidos por
Rubén Agüero. Temperley tuvo muchas oportunidades (Pansardi, Quiñonez, López)
para propiciarle una goleada al equipo que está en descenso, pero lo perdonó,
no le quiso hacer más goles.
En el último minuto de adición, Emiliano Gianunzio golpeó en
el área a un volante del Candombero y Possi pitó penal. Diego Bielkiewicz se
hizo cargo y lo transformó en gol. Tras esto no hubo tiempo para más y el
Alfredo Beranger reventó de alegría.
El Celeste quedó a dos puntos de la última plaza de Reducido
(hoy la ocupa Chacarita con 52 unidades) y con el ánimo bien alto. La mala
noticia es que para el clásico con Los Andes, además de no poder contar con
Demaldé tampoco podrá jugar Campodónico, quien tontamente recibió su quinta
amarilla.
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