Temperley retornó a la Primera División con un histórico y agónico triunfo por 1-0 como visitante sobre Banfield, poniendo el corazón ante un rival que mereció más, haciendo figura a su arquero Federico Crivelli y jugando un tiempo y medio con diez hombres.
Parecía que se venía un trámite muy favorable al Taladro en el inicio, cuando Mauricio Cuero estrelló un balón en el travesaño. Pero luego se diluyó la claridad del conjunto de Matías Almeyda, que dominó sin lastimar, aún cuando se vio en superioridad numérica por la expulsión de Gastón Aguirre a los 26 minutos.
En el complemento se agigantó la figura salvadora de Crivelli, que le tapó un zapatazo a Luciano Civelli, otras dos chances a Cuero y Sergio Vittor en la misma jugada y por último otro tiro a Juan Cazares. Pero a los 45 llegó la sorpresa cuando Juan Dinenno convirtió un tiro libre bajo y a la izquierda de Enrique Bologna, y toda la fiesta fue del Celeste, que en el descuento perdió por tarjeta roja al ingresado Adrián Arregui.
Así, Temperley volvió con todo al fútbol grande y dejó a Banfield frustrado por su escasa eficacia y su mala suerte.