Temperley no supo contrarrestar el férreo esquema defensivo que planteó Colegiales en su excursión al Beranger, y terminó empatando sin goles frente al conjunto de Munro.
Temperley no supo contrarrestar el férreo esquema defensivo que planteó Colegiales en su excursión al Beranger, y terminó empatando sin goles frente al conjunto de Munro.
En el primer tiempo se vio lo mejor del Celeste, que por momentos trató de asociar el juego de sus hombres más talentosos (Brandán, Di Lorenzo, Bolatti) y progresar en la ofensiva habilitando al siempre peligroso López y al irregular Olivera, quien comenzó aceptablemente y fue diluyendo su empuje a lo largo del partido. Para colmo, el ex Talleres tuvo dos ocasiones de gol muy claras. La primera la definió débil cerca del palo derecho de Matinella, y la segunda, tras una mano en el área (claro penal de Báez), cuando el árbitro dejó seguir la jugada para que el delantero, solo frente al arquero de Colegiales, la enviara por encima del travesaño.
El conjunto dirigido por Facundo Besada vino al Beranger con una premisa muy clara: juntar sus líneas férreamente y apostar a alguna chance aislada. El ultraconservador esquema 4-4-1-1 casi le regala un premio demasiado generoso: dos monumentales tapadas de Crivelli a Campozano evitaron el gol visitante.
Esta vez, Temperley no tuvo la efectividad de partidos anteriores. Con pocos espacios, Brandán fue de mayor a menor en su rendimiento, al igual que Di Lorenzo. Quiñónez subió menos de lo esperado en su rol de marcador de punta, y aun cuando el entrenador Aníbal Biggeri decidió jugar gran parte del segundo tiempo con tres en el fondo y tres delanteros, el equipo no encontró claridad, abusó del pelotazo y erró en la última puntada.
Por la naturaleza de sus jugadores, el Celeste tiene un equipo para jugar por abajo, buscando sociedades, generando espacios donde no los hay, o en el lugar en que el rival más presiona. Posee jugadores para lograrlo, pero en el partido contra Colegiales no pudo hacerlo casi nunca. Un apunte para tener en cuenta, ya que la mayoría de los equipos de la categoría presentarán esquemas similares en sus visitas a Turdera.
Para destacar, el incansable trajinar de Gianunzio, la solidez que viene adquiriendo Barrios (jugó un muy buen partido) y las fenomenales condiciones de un arquero con nivel de Primera División: Federico Crivelli.
De cara al futuro, será importante reafirmar los principios futbolísticos de un equipo que puede ser vistoso y efectivo (como en el primer tiempo frente a Tristán Suárez), para no caer en la telaraña especulativa de equipos como Colegiales que, con un simple y ordenado esquema defensivo, le cerró las puertas de la victoria que el Celeste buscó denodadamente, aunque muchas veces por caminos inconvenientes.
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