CHARLY Y LAS 200 CAMISETAS...
Nunca fui amigo de Charly Piesco, pero cuando lo cruzaba,
sostenía con él, un diálogo que siempre tenía el mismo fin, y era ponerme de
frente con la nostalgia. Charly tenía una inquietante facilidad para hacerme
mirar hacia el pasado, a esos tiempos, que por lo que comprendí, con el correr
de los años, para él habían sido algo mejores.
No sé mucho de Charly, más allá de su sano desborde por
Temperley, y de verlo caminar rápido por 25 de Mayo, donde más de una vez me
dijo: “en este torneo me tengo fe, vamos a salir campeones”… al mismo tiempo
que sus ilusiones se opacaban, entendí que su cariño se hizo más fuerte, como
también creció el profundo respeto a los héroes de otras décadas. Cada vez que
hacía una tarjeta de año nuevo, deseando felicidades, padecía la
intrascendencia del presente: “estoy cansado de poner fotos del pasado, por eso
ahora agrego la de los chicos de inferiores, ellos son el futuro”, el tipo
también miraba para adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario