PRIMERA B METROPOLITANA | TEMPERLEY
El Gasolero copó el barrio y festejó en su estadio
Tras el ascenso, Temperley tuvo su jornada de festejo. Hubo una extensa caravana por la ciudad y un amistoso entre glorias del club.
Hace casi una semana que Temperley está festejando el ascenso conseguido frente a Platense, pero ayer tuvo la fiesta oficial en su estadio. En el Alfredo Beranger, ante un buen marco de público, hubo un partido entre el plantel actual y viejas glorias de la institución. Además, una caravana se paseó por la ciudad.
El Celeste está orgulloso de lo que consiguió y por eso mismo tiró la casa por la ventana. Tanto la gente como los jugadores disfrutaron de lo que fue una jornada histórica.
Temperley copó el barrio
Los festejos comenzaron en las primeras horas de la tarde y arrancaron con una caravana por la ciudad. Una multitud (en la que se calcula que hubo un par de miles de fanáticos) partió desde la esquina de la cancha por Dorrego para continuar su trayecto por 25 de Mayo hasta llegar a la estación de tren. Allí los jugadores y la gente estuvieron cantando y desafinando el repertorio de canciones gasoleras. Luego emprendieron la vuelta por Meeks para seguir su camino.
Después de 14 años en la Primera B Metropolitana, Temperley se desahogó. Ahora tendrá una complicada prueba y deberá demostrar que está a altura de la B Nacional. Igualmente el club no se conforma con ello y quiere un nuevo ascenso.
El Celeste está orgulloso de lo que consiguió y por eso mismo tiró la casa por la ventana. Tanto la gente como los jugadores disfrutaron de lo que fue una jornada histórica.
Temperley copó el barrio
Los festejos comenzaron en las primeras horas de la tarde y arrancaron con una caravana por la ciudad. Una multitud (en la que se calcula que hubo un par de miles de fanáticos) partió desde la esquina de la cancha por Dorrego para continuar su trayecto por 25 de Mayo hasta llegar a la estación de tren. Allí los jugadores y la gente estuvieron cantando y desafinando el repertorio de canciones gasoleras. Luego emprendieron la vuelta por Meeks para seguir su camino.
Después de 14 años en la Primera B Metropolitana, Temperley se desahogó. Ahora tendrá una complicada prueba y deberá demostrar que está a altura de la B Nacional. Igualmente el club no se conforma con ello y quiere un nuevo ascenso.
En su casa completó los festejos
Con la conducción de Gastón Recondo y en un Alfredo Beranger completo, el Gasolero cerró lo que había organizado. El presidente del club, Hernán Lewin, destacó el acompañamiento del público durante la temporada.
“Les quiero agradecer por siempre estar. Atrás quedaron muchos años muy tristes y la historia del club cambió. El momento que vivimos es histórico, pero esto es sólo un despegue y ojalá que en seis meses estemos acá dando otra vuelta más. Temperley es uno de los más grandes del fútbol argentino”, manifestó.
Concluida la presentación, la Comisión Directiva le entregó a cada uno de los integrantes del plantel una medalla por el ascenso conseguido. Los más aplaudidos fueron Cristian Quiñonez, Fernando Brandán, Federico Crivelli y Gastón Aguirre. Cuando fue nombrado por altavoz el arquero, el público coreó: “Crivelli no se va, Crivelli no se va”. Su continuidad está difícil y es una incógnita.
“Gracias por el apoyo. Su ayuda fue un rebote, se trasmitió a los jugadores y estos lo demostraron en la cancha. Lo que se viene ahora es más difícil”, recalcó Ricardo Rezza, quien demostró sus ganas de seguir y será el DT la próxima temporada.
Quien también tomó la palabra fue Aguirre, el capitán: “Fue un año maravilloso. Este es un grupo bárbaro que seguirá en el club. No puedo pedirle más al fútbol”.
Luego el equipo que logró el ascenso, con las bajas de Brian Cucco y Luis López por lesión, se enfrentó al que lo había conseguido en 1999 y algunos agregados. Participaron de este encuentro Pablo Campodónico, Cristian Smigiel, Gustavo Ortíz, Mauro Mallorca, Fabián “Chucky” Orellana, Sergio López, Sebastián Cobelli y Julio Cruz, entre otros. El juez fue Patricio Loustau.
Con la conducción de Gastón Recondo y en un Alfredo Beranger completo, el Gasolero cerró lo que había organizado. El presidente del club, Hernán Lewin, destacó el acompañamiento del público durante la temporada.
“Les quiero agradecer por siempre estar. Atrás quedaron muchos años muy tristes y la historia del club cambió. El momento que vivimos es histórico, pero esto es sólo un despegue y ojalá que en seis meses estemos acá dando otra vuelta más. Temperley es uno de los más grandes del fútbol argentino”, manifestó.
Concluida la presentación, la Comisión Directiva le entregó a cada uno de los integrantes del plantel una medalla por el ascenso conseguido. Los más aplaudidos fueron Cristian Quiñonez, Fernando Brandán, Federico Crivelli y Gastón Aguirre. Cuando fue nombrado por altavoz el arquero, el público coreó: “Crivelli no se va, Crivelli no se va”. Su continuidad está difícil y es una incógnita.
“Gracias por el apoyo. Su ayuda fue un rebote, se trasmitió a los jugadores y estos lo demostraron en la cancha. Lo que se viene ahora es más difícil”, recalcó Ricardo Rezza, quien demostró sus ganas de seguir y será el DT la próxima temporada.
Quien también tomó la palabra fue Aguirre, el capitán: “Fue un año maravilloso. Este es un grupo bárbaro que seguirá en el club. No puedo pedirle más al fútbol”.
Luego el equipo que logró el ascenso, con las bajas de Brian Cucco y Luis López por lesión, se enfrentó al que lo había conseguido en 1999 y algunos agregados. Participaron de este encuentro Pablo Campodónico, Cristian Smigiel, Gustavo Ortíz, Mauro Mallorca, Fabián “Chucky” Orellana, Sergio López, Sebastián Cobelli y Julio Cruz, entre otros. El juez fue Patricio Loustau.
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