“River significa todo, acá voy hacer mi carrera, es mi casa
y voy a dejar siempre todo”
Pensaban que se caia todo pero no, más 200 mil dólares pagó
River para comprar el 90 % del pase de una de las figuras de las inferiores del
ascenso. Desde Temperley llegó Mauro Mallorca, enganche, 16 años, fue de
pretemporada con el plantel profesional del “Gasolero”, pero no alcanzó a
debutar. Fue participe de la selección argentina juvenil del ascenso.
Mauro no se olvida del club que lo vio nacer, cada tanto
visita a sus ex compañeros de Temperley. En la actualidad está atravesando el
mejor momento de su carrera y le está muy agradecido a River que le cumplió el
sueño a él y le cambio la vida a toda la familia.
-¿Sos un enganche goleador? – Y creo que sí, el año pasado para mi categoría hice 12 goles.
-¿Te aconsejó algún técnico cuando se enteraron lo de River? – Alberto Castro me hablaba mucho, Walter Cespedes, que ya no está más en el club, también me habla mucho, también recibí consejos de “Fito” Della Picca, “el chaucha” Bianco me dijo “a todo jugador que hace bien las cosas le llega esto y que siga trabajando como lo hacía en Temperley que me iban a salir las cosas bien”.
-Te enteras que River te quiere ¿que se te vino a la mente?
-La familia, primero fue la familia. Esto es River, ya es otra cosa y
es otro mundo, yo sabía que llegando acá mi vida iba a cambiar y lo
cambió.-¿Qué fue lo primero que te sorprendió? -El nivel de juego, en Temperley era meter, meter y meter, acá es jugar al fùtbol.
-¿Cómo era un día tuyo cuando jugabas en Temperley? -Me levantaba a la mañana para ir al colegio, así como venía saludaba a mi mamá, agarraba las cosas y me iba a comer a Temperley, después entrenaba, me quedaba hasta las siete, ocho de la noche en el club, después me volvía a mi casa, cenaba y a dormir, o me quedaba un rato con mis amigos.
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