A la espera de un clásico en el que hay mucho en juego
El Milrayitas y el Celeste se enfrentarán desde las 19 en el
estadio Eduardo Gallardón. Mientras que los dirigidos por Felipe De La Riva llegan con dos derrotas
a cuestas, los visitantes ganaron los pasados tres partidos que disputaron.
Ambos necesitan la victoria que saldrán a buscar.
Habrá tres puntos en juego, como en cualquier partido, pero
no es un encuentro más. Los Andes y Temperley, vecinos y acérrimos rivales,
volverán a cruzarse esta noche para ir por la victoria más deseada, la que
estará en juego en una nueva edición de este clásico sureño. Desde las 19, en
el estadio Eduardo Gallardón y con arbitraje de Nicolás Lamolina, el Milrayitas
y el Celeste volverán a estar frente a frente.
Llegan con realidades distintas y ambiciones dispares. Si
bien ya parecen haber quedado a salvo del riesgo de perder la categoría, los
dirigido por Felipe De la Riva
perdieron en sus dos pasadas presentaciones (2-1 con Villa san Carlos y 1-0
ante Deportivo Armenio) y lleva tres partidos sin ganar misma cantidad de
encuentros que acumula sin quedarse con los tres puntos en su casa. Por su
parte, Temperley se impuso en las tres fechas que precedieron al clásico (4-3 a San Telmo, 1-0 a Acassuso y 2-1 a Tristán Suárez) y los 50
puntos que lo ubican en la séptima posición alientan el desafío de ingresar al
reducido por el segundo ascenso.
En la primera parte de la temporada el duelo fue para
Temperley, con los goles de Emanuel Giménez y Luis López. Aquella vez en el
estadio Eduardo Beranger el resultado fue 2-1 (había descontado Guillermo Ojeda
para Los Andes). Ahora el Gasolero buscará otro triunfo y el Milrayitas tomarse
revancha de aquel encuentro de la primera ronda.
Los Andes y Temperley saldrán a la cancha con el mandato de
conseguir una victoria, no una más, sino la más deseada por sus hinchas.
Antecedentes recientes y lejanos, posiciones en la tabla y proyecciones de la
temporada quedarán al margen durante algo más de 90 minutos, tiempo en que la
pelota estará en juego. Cada uno va por lo suyo, lo que los dos sienten que les
pertenece; el festejo en el clásico.
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